Objetivos
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Conocernos y descubrir nuestros talentos como personas y como abogados. Cuando trabajamos desde nuestro verdadero potencial y desarrollamos nuestro poder personal, se obtiene el máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo.
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Ejercer la abogacía desde la creatividad. Se trata de un ejercicio consciente y responsable, en el que asumimos la dirección de nuestras acciones, sabiendo que somos creadores de nuestra experiencia.
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Impulsar un ejercicio profesional pacífico y sosegado, aprendiendo a ser dueños de nuestras emociones pase lo que pase a nuestro alrededor.
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Desarrollar una actitud positiva y entusiasta, que facilite nuestro trabajo y la consecución de logros.
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Mejorar las capacidades de relación y comunicación en el trabajo y en lo personal.
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Conocer y eliminar los miedos y creencias que entorpecen el desarrollo profesional. Muchas veces nosotros mismos limitamos nuestra carrera profesional, a través de miedos y creencias inconscientes.
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Aumentar la autoestima y tener una buena relación con la valoración del trabajo y su cobro. Con frecuencia resulta más difícil cobrar, que realizar el propio trabajo. Aumentar nuestra confianza va a facilitarnos esa importante labor.
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Establecer objetivos y metas como abogados e ir hacía su consecución. Fijar objetivos, atenderlos, cuidarlos y alimentarlos adecuadamente, nos permitirá realizar nuestros sueños, sean los que sean.
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Aprender a identificar y valorar los logros. No siempre somos capaces de evaluar como se merece el resultado de nuestro trabajo. Ser testigos de nuestros progresos, nos impulsa a conseguir otros nuevos.
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Desarrollar una vida profesional y personal más gratificante.
Copyright: RPI nº. 16/2010/3192, de 12 de julio 2010